El único problema es que en muy pocos lugares encontramos a estos personajes, generalmente están escondidos o repartidos por el mundo y recurrir al destino parece la manera más fiel de poder llegar a conocerlos.
En la cocina sucede exactamente lo mismo, hay miles de sabores, muchos platillos, demasiadas recetas, creaciones extravagantes y suculentos manjares del mar y la tierra. Sin embargo, poder crearlos a veces resulta una tarea imposible o una lucha interminable para agarrar ese sazón que siempre le envidiaste a tu abuela o a tu madre y nunca te atreviste a admitir.
Lo que sí te atreviste a hacer –quizá– fue preguntar cómo se hacía un simple arroz, un suculento caldo de pollo, una pasta, unas enchiladas o una ensalada a la que sólo tuviste que agregarle una lata de atún, aguacate, queso panela y una gloriosa cama de lechuga. Ya aprendiste lo básico y ahora, es el momento de crear nuevas cosas, platillos caseros que lleven ese sazón especial, ese calor de hogar que tuviste en tu casa y ansías tener. Sigue estos consejos y seguramente lo lograrás.
Nunca se tienen suficientes salsas
Imagina el siguiente escenario: has hecho una reunión con tus amigos o familiares, todos están ahí esperando probar algo rico –quizá se los has prometido– y tú confías plenamente en ese gran sabor que en la cocina comenzaste a gestar. Aquellos platillos son los acompañantes de anécdotas y experiencias; suena perfecto, pero hay algo que tienes y podría ser mucho mejor: tu limitada oferta de salsas. Recuerda que no todo es salsa verde o roja, pues existen muchas variedades que debes aprender a preparar como una suculenta salsa de ostras, la estilo barbacoa o la clásica de soya.
Planta un pequeño huerto urbano
Siempre hemos estado acostumbrados a comprar la comida que necesitamos para cocinar, vamos al mercado a conseguir lo mejor de lo mejor, pero muchas veces lo único que tenemos que hacer es comprar una simple planta de hierbabuena, albahaca, perejil, romero o cebollino. Este tipo de plantas son aromáticas, lo cual nos ayuda en dos cosas: tener un suministro constante de estas hierbas y sobre todo añadirlo a nuestros platillos, verás que le darán un sabor especial y muy hogareño.
Reutiliza la grasa para caramelizar
Toda la vida nuestra abuelita nos ha dicho: “sin grasa no sabe”, una frase que seguro enfurece a todos los que apoyan la tendencia healthy, pero cuando estamos tan metidos en la cocina hay que comprender que el camino para lograr ese gran sazón necesita de un buen temple y sobre todo de equilibrio para combinar cada elemento que tenemos a la mano. Reutiliza la grasa para caramelizar cebollas, darle un toque jugoso a una pechuga de pollo o incluso, para saltear las verduras.
Explora la magia del aceite de olivaUnas gotitas de aceite de oliva son las culpables de alcanzar el ansiado sazón hogareño. Prueba añadiendo ciertas variedades monovarietales, es decir, aceite de oliva de diferentes sabores. Existen algunos elaborados con arbequina, hojiblanca, picual o cornicabra; aquí te conviene hacer primero una especie de cata para que sepas cuál es la mejor opción para tu platillo.
Siempre guarda un buen caldo de pollo
Un buen sazón se conserva y se puede reutilizar, así de magnífico es. No importa si es para un recalentado, una cena especial o un simple recurso para ahorrar dinero y tiempo, tener un caldo de pollo a la mano te salvará de muchas situaciones y escenarios. Por otro lado, también puedes usarlo para crear un delicioso arroz al horno. Recuerda que toda la vida hemos crecido con este sabor y obviamente siempre tendrá esa esencia hogareña que tanto buscas cuando ya no tienes los consejos de tu madre a un lado.
Come y prueba en diferentes lugares
Éste es un básico, antes de meterte a experimentar en la cocina tienes que salir a conocer lo que ofrecen las distintas ciudades, los sabores del mundo. La gastronomía se ha vuelto muy diversa, hoy no tenemos que viajar hasta Italia para probar su platillo más típico o estar en Oaxaca para deleitar nuestro paladar con una exquisita tlayuda, el detalle está en conocer, explorar y tener claro que cuando comenzamos a hacer creaciones culinarias únicas, primero debemos basarnos en otras delicias.
En toda nuestra vida nos vamos a encontrar con muchos retos y la cocina es una constante práctica de prueba y error. Así que no temas equivocarte si no sale a la primera, si la receta no fue lo que esperabas o incluso, si no logras ese gran sazón que tanto ansías, mejor viaja y conoce todos los placeres culinarios que te ofrece el mundo.